¿Alguna vez se ha hecho estas preguntas?

“¿Es el ahorro una indicación de falta de fe?” “¿El ahorro y el acaparamiento van de la mano?” “Si ahorramos, ¿impedimos que Dios nos bendiga con Su provisión?” “¿Qué dice la Biblia realmente acerca del ahorro?”

Dios quiere que seamos ahorradores. Él quiere que tengamos los recursos que necesitamos para cuidar a nuestras familias y a los demás. Él también quiere que estemos en una posición para servirlo a Él para que Él sea conocido y honrado. El ahorro no representa una falta de fe, mas bien refleja el corazón de un mayordomo fiel

Pero la Biblia sí advierte que ahorrar para ser auto-suficiente y llevar una vida fácil está mal.

Equilibrar sus ahorros es una oportunidad para honrar a Dios y experimentar Sus bendiciones.

Hay muchos ejemplos de buenos y malos ahorradores en la Biblia, y varias lecciones que podemos aprender de cada uno.

Lecciones de los Israelitas

En Éxodo 16, los israelitas están deambulando por el desierto, libres de su esclavitud en Egipto, pero aún no han llegado a su destino final de la Tierra Prometida. Dios, por supuesto, satisface todas sus necesidades: envía maná todas las mañanas para que se reúnan y alimenten a sus familias. Éxodo 16:17-18 ilustra la fidelidad de Dios y cómo cumple sus promesas para con nosotros porque cada familia tenía exactamente lo que necesitaba.

Pero a pesar de esta provisión milagrosa, algunos todavía no confiaban plenamente en Dios. En Éxodo 16:20, algunas personas se volvieron codiciosas y dejaron que sus miedos tomaran el control: recogieron más maná de lo que necesitaban ese día. Se echó a perder durante la noche y se infestó con gusanos- arruinado e incapaz de ser utilizado. Lo mismo es cierto de nuestras vidas, y especialmente de nuestro dinero.

Dios siempre proveerá para tus necesidades. Puede que no aparezca de la manera que esperamos, pero Él siempre será fiel.

Entonces, cuando intente acumular sus ahorros e ignorar las instrucciones claras de Dios, su dinero puede infectarlo. Dios tiene un propósito específico para esto y cuando tratamos de usarlo fuera de Su voluntad, nos enfrentamos a las consecuencias de nuestra desobediencia.

Es difícil en este momento, y es posible que sientas que todavía estás vagando, que aún no has llegado a la Tierra Prometida. Pero recuerda que Dios proveerá; recuérdate a ti mismo de todas las veces que Él ya ha probado su fidelidad en tu vida. Rechaza un espíritu de avaricia o miedo que te dice que acumulee dinero o recursos. Sé diligente en ahorrar según las Escrituras y confía en que Dios ve todas tus necesidades. ¡Y no sacrifiques las ofrendas para ahorrar – recibes bendiciones y gozo al dar!

Lecciones de José.

En Génesis 41 leemos la historia del sueño de José y Faraón. Dios le da al Faraón dos sueños que José interpreta con el mismo significado: 7 años de abundancia llegarán a la tierra de Egipto, seguidos por 7 años de hambre.

Debido a la credibilidad y reputación de José, Faraón lo pone a cargo de todo el país. José se pone a trabajar de inmediato, almacenando granos y recursos durante los 7 años de abundancia. Organiza un país entero y trabaja diligentemente en el presente para ahorrar para el futuro.

Y tal como Dios les había dicho, los 7 años de abundancia llegaron a su fin y todo el mundo fue golpeado por la hambruna. Pero José había sido tan diligente en guardar que pudo proporcionar alimentos a los países vecinos durante la hambruna.

Él hizo caso a las instrucciones del Señor y le obedeció para estar preparado. José sacrificó algo de la comodidad a corto plazo para las necesidades a largo plazo. Probablemente no estaban comiendo muchas cenas de carne durante los 7 años de abundancia, y tampoco estaban incurriendo en ninguna deuda. Imagine las innumerables vidas que salvó gracias a su continuo trabajo.

Qué maravilloso ejemplo de mayordomía y preparación fiel. Es posible que no sepamos lo que vendrá en 7 años o 7 días, pero siempre podemos ser fieles para prepararnos para lo inesperado. También aprendimos de José que nuestros ahorros no solo nos sirven a nosotros, sino a otros. Mientras ahorra, piense a través del lente de la provisión y la generosidad.

Incluso en los tiempos de hambruna, Dios todavía quiere que nosotros demos generosamente y seamos usados ​​para Sus propósitos. Dios puede usar sus ahorros para ayudar a otros que no estaban preparados- ¡sea agradecido y esté listo para compartir!

Como verá, cuando Dios nos pide que ahorremos, o que demos, no es porque lo necesite o porque no puede proveernos. Es porque es bueno para nosotros.

Deuteronomio 29:5 nos recuerda que a Dios le importan las cosas grandes y pequeñas: mientras los israelitas vagabundeaban por el desierto durante 40 años, ni sus ropas ni sus sandalias se desgastaban.

Proverbios 6:6-8 nos anima a aprender nuestros hábitos de ahorro de la hormiga humilde: “¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.” ¡Esta hormiga es uno de los mayordomos más famosos de todos los tiempos!

Cuando entendemos la mayordomía, comprendemos nuestra identidad. Es más que algo que hacemos; somos mayordomos ahora y por la eternidad.

Establezca un plan de ahorro y trabaje duro para mantenerlo. El Mapa Financiero es una guía útil para tratar de comprender lo que dice la Biblia sobre su vida y sus finanzas. Le ayudará a mantenerse en el camino correcto y a mantener sus prioridades en buen orden.


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