Lo que los niños no aprenden en la escuela

¡Es esa época del año! Algunos padres se regocijan mientras que otros a regañadientes envían a sus hijos a la escuela.

Cualquiera que sea su posición, confiamos en que nuestros estudiantes reciban una educación integral. Mientras que los estudiantes están aprendiendo los fundamentos de la lectura, la escritura y la aritmética, la mayoría de las escuelas ignoran lamentablemente un tema: las finanzas personales. Esto es aún más extraño si tomamos en cuenta que uno de los propósitos de la educación es convertirse en un adulto auto-suficiente.

¿Sabía que solo unos pocos estados hoy requieren que los estudiantes tengan alguna educación financiera como requisito para graduarse?

Dadas las complejidades financieras de la vida diaria, los padres de hoy necesitan considerar la educación financiera de sus hijos como crucial.

E incluso si no ha considerado la educación en el hogar en sí, cuando se trata de finanzas, es hora de que los padres se hagan cargo.

Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Y esto es tan cierto en cuanto a la forma de manejar el dinero como lo es en cualquier otra área de la vida.

Después de aconsejar a las familias durante años, descubrí que una de las razones por las que muchos padres son reacios a sentarse a conversar francamente sobre el dinero, especialmente con sus hijos adolescentes, es que les avergüenzan sus propias dificultades financieras o fallas en el pasado.

Es fácil para mí creer un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte que encontró que los padres estaban dispuestos a discutir temas generales como la necesidad de ahorrar, ganar o gastar dinero en cosas clave, pero cuando se trata de la deuda y el ingreso familiar, la conversación se seca.

De hecho, una encuesta de T. Rowe Price encontró que el 74 por ciento de los padres admitieron que eran reacios a hablar sobre las finanzas con sus hijos. Compare eso con una encuesta de Sallie Mae que encontró que el 84 por ciento de los estudiantes de secundaria querría tener más educación financiera.

Si tiene adolescentes y está buscando una forma de conectarse, intente enseñarles sobre el dinero. Puede descubrir que abre la puerta a grandes conversaciones sobre la vida.

Aunque suene difícil, caminar con sus hijos a través de un presupuesto funcional es un buen lugar para comenzar, y Crown tiene herramientas gratuitas que pueden ayudar. Demasiados jóvenes adultos no cuentan los costos de todo un estilo de vida mientras toman decisiones de compra- como tomar préstamos estudiantiles o firmar un contrato de arrendamiento de automóviles.

Un presupuesto es la suma total de TODAS las partes financieras, y aunque cualquier etiqueta de precio parece razonable, si el alquiler, los servicios públicos y la deuda estudiantil consumen la mayor parte del dinero, una persona de 20 años puede estar forcejeando rápidamente.

Educar a nuestros hijos sobre el dinero puede integrarse en la vida familiar.

Considere el consejo en Deuteronomio 11:19, “Y las enseñaréis a vuestros hijos (los principios de Dios), hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes.

Haga que sus hijos se le unan mientras pasa las facturas, para que puedan tener una idea del costo de las cosas, desde la electricidad hasta el seguro. Déjelos ir con usted mientras compra un automóvil o toma decisiones en la tienda de comestibles. Ayudelos a comprender la forma en que equilibra las necesidades versus los deseos.

“La ignorancia financiera nos está costando miles de millones de dólares”, dice Heidi Moore, editora de economía y finanzas de Estados Unidos para The Guardian. Ella continúa diciendo: “Si se trata de un país de 330 millones de personas, 47 millones de las cuales reciben cupones de alimentos, en realidad estamos hablando de una porción significativa de la población de EEUU que podría hacerlo mejor, y eso es incluso antes de que llegues a la clase media y antes de llegar a los abogados y médicos que son asalariados altos, pero son blancos fáciles para los estafadores en la bolsa”.

Y no olvide el lado espiritual del dinero.

Dios nos da recursos con la expectativa de que los usemos para avanzar en la obra del Señor, apoyar a nuestras familias y beneficiar a la comunidad.

Dejar de lado el 10 por ciento de nuestros ingresos para apoyar a la iglesia local es una forma de honrar al Dios que hizo posible todas las cosas. Pero esa puede ser una lección difícil de aprender, por lo que, como padres, debemos comenzar a enseñar a nuestros hijos desde el principio la necesidad de compartir lo que tenemos y de devolverle al Señor lo que ya le pertenece.

En Malaquías 3:10, Dios le dice al pueblo de Israel (y a nosotros): “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Considere inscribir a su familia en el Estudio de Finanzas Personales MoneyLife en línea de Crown para saber cómo Dios ve el dinero y los recursos. Tal vez quiera reunirse con algunos amigos para aliviar la presión y comenzar a abordar este tema.

La investigación muestra que los niños forman sus hábitos monetarios primarios a los 7 años; aprenden de los adultos en su vida cómo valorar y usar los recursos. Así que comience temprano y no tenga miedo de hablar con sus hijos sobre cómo Dios quiere que usemos nuestros recursos- quieren aprender de usted.


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