Querido Chuck,
Vi que Paul Ryan no buscará la reelección como presidente de la Cámara de Representantes para que pueda pasar más tiempo con su familia y yo me identifico. El año pasado recibí una gran promoción. El nuevo trabajo ha sido excelente, pero ha requerido de mi viajar la mayor parte de la semana y es extremadamente estresante. Tengo una esposa y 3 hijos en casa y es realmente difícil dejarlos para viajar tanto. Recientemente, he estado considerando dejar mi trabajo para poder pasar más tiempo con ellos. Este trabajo parece ser la provisión fiel de Dios para nosotros financieramente, pero también tiene un costo alto. ¿Qué debo hacer?
Indeciso sobre viajar
Querido Torn,
Paul Ryan tiene hijos en casa que se están acercando a la edad que tenía cuando murió su padre. Él sabe que la vida es preciosa y que nuestros días están contados. Y los niños crecen rápido. Si bien puede haber más factores presionando su decisión de renunciar, su circunstancia es uno que muchos de nosotros enfrentamos. ¡Cuanto lo entiendo personalmente! Elijo limitar mis viajes en esta etapa de vida porque todavía tengo un adolescente en casa y amo estar con él y mi esposa.
Mi hijo mayor trabaja por cuenta propia y tuvo que enfrentar el mismo problema el año pasado. En junio, dejó de viajar y comenzó a trabajar desde su casa para poder estar allí todos los días/noches con su esposa y sus cuatro hijos. Ya no tiene que perderse cumpleaños, eventos deportivos e hitos en la vida de los niños. Era un riesgo financiero cuando tomó la decisión de reducir sus viajes, pero Dios ha cumplido fielmente con sus necesidades.
Promoción vs. Prioridades Familiares
¡Felicitaciones por conseguir una gran promoción! Disfrutar de su trabajo y beneficiarse financieramente es una gran bendición. Sin embargo, compartió varias banderas rojas que señalan posibles problemas a largo plazo: “De viaje la mayor parte de la semana… extremadamente estresante… realmente difícil dejarlos para viajar tanto”.
Para ser un pastor eficaz, un esposo y un padre deben mantener sus prioridades en orden. Dios debe ser ed primero, la familia debe estar de segundo y el trabajo de tercero. El trabajo que le mantenga alejado del hogar la mayor parte de la semana restringe su impacto en la vida de su familia. Requiere intencionalidad para comunicarse de manera regular y efectiva con su esposa e hijos durante su ausencia. Eso solo aumenta el estrés del trabajo.
Considere pedirle a su empleador que establezca algunos límites de cuánto debe viajar. En el mundo de hoy, las soluciones tecnológicas han permitido reuniones más efectivas con cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento. Es posible que pueda encontrar un equilibrio feliz con las demandas de su posición.
Buscando Consejo
Tiene razón, hay un costo por estar lejos; pero cada decisión que toma tiene un costo, lo que debería atraerle hacia el Señor, la contribución de un cónyuge sabio y el consejo divino de los demás. Debe sopesar sus opciones, el costo y los beneficios de cada uno, y buscar la sabiduría de Dios.
Pídale guía a Dios durante un tiempo de oración y ayuno. Pídale a su esposa y a un hermano en Cristo que le acompañen. Ore por una solución específica. No haga un cambio de trabajo a menos que usted y su esposa estén totalmente de acuerdo y tengan paz con los verdaderos costos y las recompensas.
Encontrando Opciones
Si le gusta su empresa actual, tal vez haya una posición que le permita viajar menos. De lo contrario, es posible que deba buscar un nuevo empleo. Sería aconsejable explorar los empleos disponibles cerca de su hogar antes de hablar con su empleador actual. Su red es una excelente fuente de noticias sobre posibles empleos. Tendrá que actualizar su currículo y apartar tiempo para prepararse adecuadamente para las entrevistas.
¿Está dispuesto a mudarse? Es una pregunta importante a considerar, y usted y su esposa deben sopesar todos los pros y los contras mientras buscan la guía del Señor.
Si un nuevo trabajo no paga tan bien como el que tiene ahora, es posible que deba ajustar su estilo de vida. Recuerde que los niños valoran las experiencias más que las cosas.
Diseñe un presupuesto viable basado en las ganancias potenciales. Si es necesario, reduzca su presupuesto, vea dónde puede recortar y venda objetos de valor o cosas que simplemente no necesita.
El trabajo es un regalo de Dios y un medio para darle gloria. Encontrar o crear un trabajo que le permita hacer eso será satisfactorio. Le dará el privilegio de proveer para su familia y ser un ejemplo de Cristo en el lugar de trabajo.
Colosenses 3:17 – Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Creo sinceramente que si vivimos y trabajamos con excelencia, sin importar cuál sea el trabajo o la tarea, Dios se ocupará de nuestras necesidades y nuestras familias. Mantenga a Dios primero y trabaje duro. Verá la fidelidad de Dios independientemente de la decisión que tome.