Chuck,
Mi esposa y yo siempre hemos diezmado de nuestros ingresos brutos. Hace algunos años tomamos la difícil decisión de tomar nuestros beneficios de Seguro Social para intentar hacer los pagos de nuestra hipoteca todos los meses. Ahora que tenemos un ingreso fijo, me pregunto si deberíamos continuar diezmando nuestros ingresos brutos (que por lo general es difícil cada mes) o diezmar de nuestros ingresos netos?
Bruto o Neto
Estimado Bruto o Neto,
Gracias por una excelente pregunta. Deseo dos cosas: 1) que tuviese información más detallada sobre su situación financiera y 2) ¡que más personas tengan su misma preocupación! De todos modos, le daré una respuesta basada en principios y confío en que guiará su decisión.
Lamento que tenga dificultades para realizar los pagos de su hipoteca. No tengo claro si tiene otros ingresos además de sus beneficios de Seguro Social. Dios conoce sus circunstancias y su corazón. Lo que es importante es que veamos el dar como un privilegio, no una carga o algo que debemos hcaer antes de morir. Es una oportunidad para participar en el avance del reino de Dios.
La palabra diezmo literalmente significa “una décima”. La Biblia describe la entrega del diezmo como testimonio del señorío de Dios. Fue a través del diezmo que Abraham reconoció el señorío de Dios. Abraham no tenía ley, eso no llegó hasta más tarde con Moisés. Abraham dio porque amaba a Dios y estaba convencido de que el diezmo le pertenecía a Él.
Abraham era un mayordomo fiel, dispuesto a entregarlo todo, incluso a su hijo precioso, Isaac. Cuando fue inquietado por Dios, Abraham obedientemente entregó un diezmo porque entendió su significado.
La cantidad del diezmo es importante para nosotros cuando reconocemos que Dios ya posee todo lo que se nos ha dado, solo estamos devolviendo una porción para honrarlo. Dado como un testimonio, el diezmo produce una gran cosecha porque es la semilla que plantamos para que Dios multiplique.
En Crown, dar es una parte esencial de nuestro mapa para hallar la libertad financiera. Alentamos a todos a incluir el dar como un hábito financiero al principio de su viaje, y está incluido en cada Destino del Mapa Financiero.
Por favor, comprenda que la cantidad exacta que da no es importante para Dios. Pablo señaló en 2 Corintios 9:7, “Cada uno debe dar como ha decidido en su corazón, no de mala gana o bajo coacción, porque Dios ama al dador alegre“. Hay libertad aquí. Dios quiere un corazón entregado que voluntariamente comparta por amor y obediencia a Él sin esperar algo a cambio. Después de todo, ya nos ha bendecido sin medida, así que nuestra ofrenda debería ser de gratitud en Su honor.
El Camino de Dar con Alegría
Tengo la convicción personal de que dar el décimo (10% de nuestro ingreso bruto) es el punto inicial para aprender a ser un dador alegre, no es el punto final. Como dice mi amigo Randy Alcorn: “Veo el diezmo del 10% tal como veo los primeros pasos de un niño. Sus primeros pasos no son los últimos, ni son lo mejor, pero son un buen comienzo. Así es el diezmo. El diezmo es para muchos el primer paso de mayordomía de un niño pequeño. Son las ruedas de entrenamiento en la bicicleta de la verdadera entrega. Puede que no sea un jonrón, pero te permite estar en la base, lo cual es mucho más lejos de lo que mayoría de los miembros de la iglesia jamás llegan”.
Dar con la actitud adecuada y una perspectiva eterna abre nuestros corazones a las necesidades de los demás. Vemos el mundo a través de los ojos de Dios. Preste mucha atención a la forma personal en que Jesús presenta el tema de la generosidad en esta parábola final.
»Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. 32 Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda.
»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. ‘(Mateo 25: 31-40 NVI)
¿Confiamos en que Dios puede darle mejor uso a nuestros fondos que nosotros? Si es así, entonces podemos fácilmente sacrificar “nuestro” diezmo, reconociendo que es insignificante en comparación con las promesas, las bendiciones y la gloria que aguardan nuestra obediencia. Dar es finalmente entre usted y Dios. Ore y pida confirmación sobre la cantidad, luego ofrézcala regularmente y alegremente.
Algunos escenarios
Algunos argumentan que le dieron a Dios una porción de los cheques de sus deducciones de Seguro Social durante sus años de trabajo. Y, que su responsabilidad de diezmar ha sido satisfecha. Examinemos cada uno de esos escenarios para determinar qué tendría que suceder si usted decide que desea continuar otorgando un 10% de su ingreso bruto.
- Si trabajó por cuenta propia y diezmó sus ingresos brutos a lo largo de su vida, en realidad sí ha dado su diezmo adelantado de su Seguro Social.
- Si trabajó para otra persona y diezmó de su ingreso bruto, proporcionó la mitad del monto porque su empleador pagó la otra mitad por usted. Esto significa que debe diezmar de la mitad de sus ingresos del Seguro Social cubriendo el dinero adicional que se le pagó, pero del que originalmente no se diezmó.
- Si diezmó de sus ingresos netos, deberá diezmar en su totalidad de los ingresos del Seguro Social porque inicialmente no se los dio como parte de sus ingresos en ese momento.Independientemente de dónde caiga en estas tres categorías, aún así le animo a orar sobre lo que Dios le está pidiendo que haga. Como mencioné antes, el diezmo no debe ser una cajita que tildemos, sino un reflejo externo de la condición interior de nuestro corazón.
Más que dinero
Asegúrese de no utilizar su donación de dinero para evitar la responsabilidad de participar en otras expresiones de generosidad. Podemos blindarnos de las necesidades que nos rodean manejando en nuestras comunidades cerradas, jugando al golf y comprando en línea, mientras nos perdemos el dolor en el que otros viven a diario. Los años de jubilación brindan el tiempo necesario para dar a partir de nuestra experiencia, sabiduría y abundancia.
A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera. (1 Timoteo 6:17-19 NVI)
Espero que esto ayude. Independientemente de lo que decida dar, nunca se arrepentirá de esforzarse por ser tan radicalmente generoso como sea posible.